¿QUÉ ES UN PLAN DE AHORRO?
La mayoría de los ahorradores cuentan con un producto de inversión con el que incrementar su patrimonio, generalmente, a largo plazo, un plan de ahorro. Un modo de incrementar nuestros ahorros para comprar algo en un futuro próximo o, simplemente, disponer de un colchón económico para el día de mañana. Pueden ser a corto, medio y largo plazo y, a pesar de que suele relacionarse, no es un producto exclusivo del momento de la jubilación. No hay que confundirlos con los planes de pensiones, debido a que cuentan con características diferentes. En función de las prioridades que tengamos, podemos establecer de forma simultanea distintos planes de ahorro. Su funcionamiento es sencillo y, como su nombre indica, necesitamos establecer un plan para dar forma a nuestro ahorro. Es decir, definir el método, los instrumentos y los objetivos para obtener una cierta rentabilidad de nuestro capital en un plazo de tiempo determinado.
Qué es un plan de ahorro y por qué contratar uno
En un sentido más amplio, podríamos decir que un plan de ahorro favorece la gestión eficiente del patrimonio de una persona. Del mismo modo, este sistema facilita que el inversor logre los objetivos que previamente haya definido. De funcionamiento sencillo, este producto de ahorro nos permite depositar nuestro capital en una entidad financiera y recibir una rentabilidad a cambio. Simplemente, la entidad gestora guarda nuestro dinero, este se acumula y se invierte, con el fin de obtener rendimientos que terminen incrementando nuestro patrimonio. Entonces, un plan de ahorro es un método para incrementar progresivamente el patrimonio futuro de un inversor, añadiendo la rentabilidad obtenida por el capital depositado.
Por otro lado, cabe destacar que la rentabilidad que obtengamos siempre estará supeditada a la capacidad que tengamos de asumir riesgos. Como siempre recordamos, cuanto mayor riesgo asumamos, mayor rentabilidad obtendremos. Aunque siempre hay excepciones y puede no ser así por regla. Por esto, podemos decir que se trata de un producto adaptable al perfil financiero de cada ahorrador. A pesar de que, como ves, hablamos de un método sencillo, siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un experto antes de formalizar el contrato con la entidad que gestione el plan.
Los planes de ahorro son también conocidos como Planes de Ahorro 5. Están pensados, especialmente, para aquellas personas que desean disponer de su dinero a medio plazo. Aquí, el medio plazo se entiende el que comprende un periodo de 5 años; de ahí su sobrenombre. Básicamente, existen dos tipos de planes de ahorro. Son estos:
• Los llamados SIALP o Seguro Individual de Vida o Ahorro a Largo Plazo. En este modelo, el ahorro se obtiene a través de un seguro de vida. El método consiste en contratar el plan con una aseguradora y están diseñados para ahorradores conservadores. En este sentido, estaríamos hablando de inversores con poca tolerancia al riesgo que buscan cierta rentabilidad a largo plazo. Al contratar el seguro de vida, asegurado y beneficiario serían la misma persona.
• El otro tipo serían los CIALP o Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo. En este caso, se hace por medio de una entidad financiera a través de un contrato de depósito. Cuando un cliente contrata un CIALP en un banco, lo que se hace es abrir una cuenta a la que se traspasan los rendimientos generados.
Ambos tipos garantizan un mínimo del 85% de devolución del capital invertido, lo que transmite mucha seguridad y tranquilidad entre los pequeños ahorradores. Eso sí, una persona solo puede contratar uno de los dos modelos a la vez. Por último, debes saber que estarías obligado a mantener tu dinero en el plan durante los cinco años para tener acceso a las ventajas fiscales. Aunque es cierto que siempre tendrás la opción de retirar tu capital en el momento que lo necesites.
• El otro tipo serían los CIALP o Cuenta Individual de Ahorro a Largo Plazo. En este caso, se hace por medio de una entidad financiera a través de un contrato de depósito. Cuando un cliente contrata un CIALP en un banco, lo que se hace es abrir una cuenta a la que se traspasan los rendimientos generados.
Ambos tipos garantizan un mínimo del 85% de devolución del capital invertido, lo que transmite mucha seguridad y tranquilidad entre los pequeños ahorradores. Eso sí, una persona solo puede contratar uno de los dos modelos a la vez. Por último, debes saber que estarías obligado a mantener tu dinero en el plan durante los cinco años para tener acceso a las ventajas fiscales. Aunque es cierto que siempre tendrás la opción de retirar tu capital en el momento que lo necesites.
Entonces, ¿es conveniente contratar uno? Conviene contratar un plan de ahorro si tenemos en el horizonte un objetivo que requiera cierta financiación. La mayoría de ahorradores contratan uno o bien porque necesitarán comprar algo en un futuro cercano o por contar con un colchón económico más adelante. En cualquier caso, siempre es importante elegir un plan que se adapte a nuestro perfil financiero y grado de aversión al riesgo.
Dicho lo anterior, es decir, que un plan puede perseguir diferentes objetivos, los plazos también van a variar en base a ello. Por lo que vamos a encontrar planes de ahorro a corto, medio y largo plazo. A corto plazo, lógicamente, la liquidez se antoja un elemento fundamental y prioritario. Por eso, el producto nos debería garantizar la disponibilidad total y ágil de nuestro dinero en caso de querer retirarlo. En el caso del medio plazo, entre uno y cinco años, liquidez y rentabilidad estarían equilibrados. Podríamos necesitar recuperar el dinero por una emergencia, pero ya no es algo prioritario y paralelamente nos interesa la rentabilidad. Si tenemos claro que no necesitaremos el capital en un futuro cercano, interesa un plan a largo plazo. Con esta premisa, la rentabilidad primaría respecto a la liquidez, como es obvio.
Diferencias con un plan de pensiones
Diferencias con un plan de pensiones
Como decíamos en la introducción, es importante diferenciar un plan de ahorro con un plan de pensiones, ya que suele ser una confusión recurrente. Aunque en ambos casos el fin pueda ser el de lograr un colchón financiero para años venideros, existen diferencias importantes.
• Un plan de ahorro ofrece una rentabilidad mayor que un plan de pensiones, aunque estos últimos lo compensan con ventajas fiscales mejores.
• Los gastos de mantenimiento de un plan de ahorro son inferiores respecto a los de un plan de pensiones.
• Los planes de pensiones penalizan si retiramos el capital antes de que finalice el plazo fijado. Por su parte, los planes de ahorro nos permiten recuperar el dinero en todo momento.
• Los límites de aportaciones anuales que se establecen en uno y otro tipo son diferentes. Generalmente, el límite fijado en un plan de ahorro es menor que en el caso de los planes de pensiones.
Esperamos haber aportado información de tu interés acerca de cómo funciona un plan de ahorro, los tipos que existen y los motivos para contratar uno. Si quieres mantenerte informado sobre ahorro, economía y finanzas, consulta nuestros artículos en el blog de EVO Banco.
• Los gastos de mantenimiento de un plan de ahorro son inferiores respecto a los de un plan de pensiones.
• Los planes de pensiones penalizan si retiramos el capital antes de que finalice el plazo fijado. Por su parte, los planes de ahorro nos permiten recuperar el dinero en todo momento.
• Los límites de aportaciones anuales que se establecen en uno y otro tipo son diferentes. Generalmente, el límite fijado en un plan de ahorro es menor que en el caso de los planes de pensiones.
Esperamos haber aportado información de tu interés acerca de cómo funciona un plan de ahorro, los tipos que existen y los motivos para contratar uno. Si quieres mantenerte informado sobre ahorro, economía y finanzas, consulta nuestros artículos en el blog de EVO Banco.