¿QUÉ ES LA ESTANFLACIÓN Y QUÉ CAUSAS TIENE?
La estanflación es un fenómeno económico en el que la inflación elevada se combina con un crecimiento económico bajo o nulo y un aumento del desempleo. Este término, que surge de unir “estancamiento” e “inflación”, representa una situación compleja y desafiante para los responsables de la política económica, ya que las herramientas convencionales de ajuste no son eficaces.
Es importante conocer las causas de la estanflación, así como ejemplos históricos y saber cómo afrontarla, ya que este fenómeno plantea desafíos significativos para la economía.
Principales causas de la estanflación
La estanflación es consecuencia de diversos factores que combinan tanto problemas internos de las economías como eventos externos. Entre las causas principales se encuentran:
- Choques de oferta: estos se producen cuando eventos externos como una crisis del petróleo, desastres naturales o conflictos geopolíticos interrumpen la producción y el suministro de bienes. Los productores enfrentan costes más altos para producir, lo que termina elevando los precios de los productos finales.
- Políticas monetarias y fiscales inadecuadas: cuando los gobiernos aplican políticas monetarias restrictivas en un momento inadecuado (por ejemplo, subiendo los tipos de interés para reducir la inflación), pueden provocar un estancamiento económico.
- Aumento del Euribor: en un contexto de estanflación, los bancos centrales intentan controlar la inflación, lo que tiende a aumentar los tipos de interés como el Euribor, afectando especialmente a las hipotecas a tipo variable y al crédito en general.
- Aumento de los costes de producción: cuando el precio de los insumos básicos, como la energía o las materias primas, aumenta significativamente, las empresas se ven obligadas a trasladar estos costes a los consumidores, lo que contribuye a la inflación.
Ejemplos de estanflación en la historia
La estanflación no es un fenómeno nuevo. Algunos momentos históricos han ejemplificado los desafíos que plantean:
- Crisis del petróleo en la década de 1970.
En esta época, los países productores de petróleo decidieron reducir su suministro, lo que disparó los precios del crudo. Como consecuencia, los costes de transporte y producción aumentaron, provocando un alza de precios en una economía que ya comenzaba a desacelerarse. Este evento es uno de los ejemplos más claros de estanflación, ya que el mundo se enfrentó a una inflación descontrolada y, a la vez, una crisis económica.
- Recesión en los países emergentes a principios de los 2000.
Algunos países emergentes experimentan dificultades de suministro energético y materias primas, junto con un aumento en los precios internacionales. En combinación con políticas económicas restrictivas, estos factores generan estanflación. En estos casos, la inflación desincentivó la inversión, mientras que el estancamiento redujo la oferta de empleo y el crecimiento económico.
¿Qué consecuencias tiene en la economía la estanflación?
La estanflación trae consigo diversas consecuencias que afectan tanto al sector económico como a la vida de las personas. A continuación, se detallan las principales:
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Aumento del desempleo. La falta de crecimiento económico dificulta la creación de empleos. Las empresas, ante el aumento de costes y la baja demanda, recortan sus plantillas o dejan de contratar, lo que incrementa la tasa de desempleo y dificulta el acceso al mercado laboral.
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Reducción del poder adquisitivo. La inflación elevada reduce la capacidad de compra de los consumidores. Mientras los precios suben, los salarios permanecen estancados o incluso se ven recortados, lo que complica aún más la situación de las familias.
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Impacto en la inversión. La estanflación genera incertidumbre económica. Los inversores son menos propensos a arriesgar su capital en este contexto, lo que reduce la entrada de inversión en nuevos proyectos y, en consecuencia, el crecimiento económico.
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Efecto en los tipos de interés. En una situación de estanflación, los bancos centrales intentan controlar la inflación aumentando los tipos de interés. Esto afecta a las personas con hipotecas variables o créditos, ya que los pagos mensuales se encarecen, generando mayor presión financiera en los hogares.
¿Cómo afrontar este fenómeno?
Afrontar la estanflación requiere estrategias tanto a nivel personal como en el ámbito de las políticas públicas. Aquí se presentan algunas recomendaciones para que los consumidores puedan minimizar el impacto en sus finanzas:
- Diversificar la inversión: para protegerse de la pérdida de valor, es importante invertir en activos que puedan mantener su valor, como metales preciosos o bienes raíces, que suelen ser más resistentes a la inflación.
- Reducir la dependencia del crédito: en tiempos de estanflación, es fundamental reducir las deudas, especialmente aquellas con tasas de interés variables. Intentar evitar préstamos adicionales o amortizar los actuales puede ser una medida prudente.
- Controlar los gastos y el consumo: en un contexto de precios elevados y estancamiento económico, es clave mantener un control estricto del presupuesto personal. Reducir gastos no esenciales y ajustarse a un presupuesto puede ayudar a sobrellevar el aumento en el coste de vida.
- Estar informado: en una situación de incertidumbre económica, es importante estar al tanto de las políticas económicas y las medidas adoptadas por el gobierno o los bancos centrales. Informarse adecuadamente permitirá tomar decisiones financieras informadas y adaptarse a los cambios del mercado.
Comprender la estanflación y sus efectos es esencial para subsistir en tiempos de incertidumbre económica. Mantente alerta e informado para adaptarte a los cambios económicos y minimizar su impacto. Por ello, ¡no olvides seguir leyendo Al día con EVO y cuidar tus finanzas en todo momento!