¿QUÉ ES LA REDUFLACIÓN?
¿Te has dado cuenta de que algunos productos que solías comprar parecen un poco más pequeños últimamente, aunque su precio sigue igual? No estás imaginando cosas. Esta práctica tiene un nombre: reduflación, también conocida como "inflación invisible".
Aunque el término puede sonar complicado, en realidad describe algo muy sencillo: cuando los fabricantes reducen el tamaño o la cantidad de un producto, pero mantienen su precio, o incluso lo aumentan. Si quieres saber más sobre esta estrategia y cómo afecta a tu bolsillo, te invitamos a leer el artículo completo para que aprendas a identificar y evitar este fenómeno.
¿En qué consiste la reduflación?
La reduflación es un fenómeno que ha ganado notoriedad en los últimos años, especialmente con la subida de los precios de materias primas y los problemas en las cadenas de suministro. En lugar de subir el precio de un producto, las empresas optan por ofrecer menos cantidad o un tamaño más pequeño sin modificar el precio, haciendo más difícil para el consumidor darse cuenta de la disminución.
Algunas de sus características más comunes son:
- Reducción del contenido: se ofrece menos cantidad del producto en el mismo envase. Un ejemplo clásico es el paquete de cereales que solía tener 500 gramos y ahora tiene 450 gramos, aunque su precio se mantiene.
- Cambio en el empaque: a veces el envase puede ser más grande o tener un diseño diferente, haciendo que parezca que el producto tiene la misma cantidad cuando en realidad no es así.
- Mantenimiento del precio: el precio sigue igual o, en algunos casos, incluso puede subir, a pesar de que se recibe menos cantidad.
- Dificultad para notar la diferencia: las marcas suelen introducir estos cambios de manera sutil, esperando que los consumidores no los detecten de inmediato. Esto es parte del fenómeno de "inflación invisible".
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado en varias ocasiones sobre esta práctica y aconseja a los consumidores estar atentos a las etiquetas de los productos para evitar ser víctimas de la reduflación.
Ejemplos de la reduflación en productos comunes
La reduflación afecta a todo tipo de productos, desde alimentos hasta productos de higiene y limpieza. Aquí tienes algunos ejemplos comunes:
- Papel higiénico: algunas marcas han reducido la cantidad de hojas por rollo, manteniendo el tamaño externo del paquete.
- Cereales: muchas cajas de cereales han disminuido su contenido, pero mantienen el tamaño del envase, dando la falsa sensación de que contienen la misma cantidad.
- Galletas y snacks: los paquetes de galletas o patatas fritas son otros claros ejemplos de productos que han reducido su contenido. Es fácil notar la diferencia si comparamos el peso neto actual con el de hace unos años.
- Productos de higiene: algunos jabones líquidos o champús han disminuido su cantidad, aunque su envase sigue siendo del mismo tamaño.
Estos son solo algunos ejemplos, pero la reduflación afecta a una amplia variedad de productos, y cada vez es más común en el supermercado.
Diferencias entre reduflación e inflación
Aunque la reduflación y la inflación están relacionadas, no son lo mismo. Mientras que la inflación implica un aumento generalizado de los precios, la reduflación reduce la cantidad o tamaño de los productos sin modificar el precio. Aquí te mostramos las principales diferencias:
Características | Redfuflación | Inflación |
---|---|---|
Qué afecta | Cantidad o tamaño del producto | Precio del producto |
Estrategia | Reducir contenido manteniendo el precio | Aumentar directamente el precio |
Impacto al consumidor | Más difícil de detectar | Más evidente para el consumidor |
Frecuencia | Común en productos de consumo diario | Generalizado en la economía |
Medición | No es medida en índices oficiales de precios | Medidas por índices como el IPC |
Consejos para identificar y evitar la reduflación.
Afortunadamente, hay formas de evitar la reduflación si sabes dónde mirar. Aquí te damos algunos consejos para protegerte:
- Revisa siempre el peso y el tamaño. Aunque estés acostumbrado a comprar una marca, revisa siempre la cantidad de producto que obtienes. Las etiquetas indican el peso o volumen, y ahí puedes detectar los cambios más fácilmente.
- Compara productos similares. Si notas que un producto ha reducido su tamaño o cantidad, compara con otras marcas o productos similares. A veces es mejor cambiar a una marca que ofrezca más por el mismo precio.
- Compra a granel. Los productos a granel suelen ser menos susceptibles a la reduflación. Además, comprar a granel puede ser una excelente manera de ahorrar dinero.
- Presta atención a las ofertas engañosas. Algunas veces las ofertas o descuentos pueden ocultar una reduflación. Un producto puede estar en oferta, pero su tamaño ha sido reducido previamente.
- Sigue informes de organizaciones de consumidores. Organizaciones como la OCU están alerta a estas prácticas y publican informes sobre los productos afectados por la reduflación. Estar informado puede ayudarte a tomar mejores decisiones de compra.
- Compra productos locales. En algunos casos, los productos locales o de pequeños productores mantienen sus tamaños originales. Esto se debe a que muchas veces no están sujetos a las mismas presiones que las grandes marcas.
La reduflación es una estrategia que, aunque puede pasar desapercibida, tiene un impacto real en tu bolsillo. Estar atento a los productos que compras y aplicar algunos de los consejos que hemos compartido puede ayudarte a mitigar sus efectos. Conocer esta "inflación invisible" y aprender a identificarla es clave para proteger tu bolsillo en un contexto económico donde los precios están en constante cambio.
Te invitamos a seguir leyendo Al día con EVO para más consejos y trucos que te ayudarán a tomar decisiones financieras inteligentes.