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¿QUÉ ES UN TIPO DE INTERÉS FIJO?

 

¿Sabes que ahora los clientes de banca están más interesados en las hipotecas con interés a tipo fijo? Cuando hablamos del tipo fijo nos estamos refiriendo a un interés cuyo valor no varía durante el plazo de amortización de un préstamo. El interés lo establece cada entidad financiera y el cliente lo conoce antes de firmar un contrato hipotecario, un crédito personal o una inversión. Aunque en este último caso, dadas las fluctuaciones del mercado, es un tipo de interés menos habitual a largo plazo. Hoy te hablamos del interés fijo, sus principales características y las ventajas e inconvenientes que presenta según la operación financiera en la que se aplique. ¡Sigue leyendo, te va a interesar!

Qué es el tipo fijo: Ventajas e inconvenientes


El tipo fijo es un tipo de interés nominal que no varía con respecto al pactado originalmente mientras dure el contrato de la operación. A diferencia del tipo variable, que está vinculado a un índice que fluctúa, no depende de ningún otro factor económico. Un préstamo puede contar con distintos tramos en los que se fija un tipo de interés fijo para cada intervalo. En este caso, lo normal es que si el plazo es más largo los intereses sean más altos. Hablamos de un tipo de interés cuyo valor permanece fijo durante toda la vida del contrato. En el supuesto de una hipoteca, la cuota mensual a pagar será siempre la misma.

Pero existen otras operaciones en las que también se aplica el tipo fijo, como inversiones, cuentas de ahorro u otros productos financieros que ofrecen rentabilidad. Aquí, el tipo de interés se emplea para calcular los beneficios obtenidos y el valor también será fijo durante la duración del contrato. El interés fijo sigue empleándose con bastante frecuencia en este tipo de operaciones a corto plazo. Por otro lado, no es tan frecuente en operaciones financieras a largo plazo debido a la economía cambiante y la transformación de los mercados financieros.

Ventajas del tipo fijo en una hipoteca

• Su principal ventaja es saber de antemano cuánto pagará el titular al mes en concepto de cuotas hipotecarias.

• No tendrá que preocuparse por las subidas de los tipos indexados al euríbor, que generalmente es el índice empleado para calcular hipotecas

• También conocerá cuánto terminará pagando exactamente por su vivienda, lo que entre otras cosas permite planificar el ahorro.

• Los plazos de amortización son más altos, pudiéndose extender hasta los 30 años. Esto ofrece al hipotecado la ventaja de pagar cómodamente la cuota y mantener una buena solvencia económica.

• Las hipotecas fijas facilitan negociar las condiciones con el banco al no tener que revisar las cuotas cada seis o doce meses como ocurre con las variables.

Inconvenientes

• Suele establecerse un tipo de interés más alto comparado con otras modalidades hipotecarias, algo que encarecerá la cuota mensual.

• En caso de existir comisiones, la comisión de apertura es frecuentemente más elevada respecto a la establecida en hipotecas variables.

Hipoteca fija y su diferencia con las hipotecas variables

Las recientes subidas de los tipos de interés y el aumento del valor del euríbor han hecho saltar todas las alarmas. Una situación que afecta y afectará a hipotecados actuales y futuros. El referencial al alza y las previsiones de que vaya a seguir así, se traduce en un aumento de los clientes bancarios que apuestan por la estabilidad y seguridad del tipo fijo.

Como ya sabemos, una hipoteca fija siempre va a tener el mismo tipo de interés y la cuota siempre será la misma. Una característica que supone saber con antelación cuánto se va a pagar por la casa. Algo que aporta tranquilidad a los titulares, permitiéndoles establecer un plan de ahorro para, por ejemplo, amortizar parcial o totalmente la hipoteca en un futuro. Por el contrario, al contar con intereses más altos, la cuantía que se paga también es mayor.

Cuando hablamos del tipo de interés variable lo primero a destacar es que este se revisa semestral o anualmente. Se ajusta a las condiciones que presente el mercado en el momento de la firma vinculándolo con un índice de referencia. Por ejemplo, valor del euríbor + 2 %. No olvides, además, que las hipotecas variables cuentan con un interés fijo durante un periodo inicial. Es decir, que el interés variable no se aplica desde el principio y ese plazo en el que pagarás un tipo fijo al principio puede extenderse hasta los 2 años.

La principal ventaja del tipo variable pasa por tener una cuota más baja al inicio del préstamo hipotecario si lo comparamos con el tipo fijo. Con esta modalidad, la hipoteca resultará más cara o más económica, dependiendo de la fluctuación del referencial. Por tanto, el titular no sabrá cuánto acabará pagando por su vivienda.

Antes de decidirte por uno de los dos tipos, deberás tener en cuenta tu situación económica- personal, si cuentas con ahorros, si tienes o no estabilidad laboral y previsión de aumentar ingresos, etc. La elección pasa por encontrar la solución que se adapte mejor a tu escenario financiero, teniendo muy presente los gastos, ingresos y los ahorros de que dispongas.

Ya sabes cómo funciona el tipo fijo en una hipoteca, cuáles son sus ventajas y cuáles sus inconvenientes. ¡Ahora te toca elegir a ti! En EVO Banco, disponemos de hipotecas que se ajustan a distintos perfiles. Echa un vistazo a las diferentes opciones y si tienes cualquier duda, ¡contáctanos! Y si quieres ir investigando por tu cuenta, puedes entrar en nuestro simulador online de hipotecas en el que no tendrás que darnos ninguna información personal si no quieres. ¡Pruébalo!

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