QUÉ HACER CON LA HIPOTECA TRAS DIVORCIO: PROBLEMAS Y SOLUCIONES
La relación sentimental y afectiva que tiene una pareja es un proceso complejo que suele pasar por muchas etapas. Si estás pasando por una separación y tienes una hipoteca, lo que te aconsejamos es que te informes bien para actuar adecuadamente y optar por una solución favorable. Hay que recordar que en caso de divorcio los titulares tendrán que seguir pagando el préstamo hipotecario. Por lo tanto, cuando ambos cónyuges son copropietarios de la vivienda, la hipoteca continúa siendo una responsabilidad compartida. ¿Es mejor vender la vivienda? ¿Qué ocurre cuando uno de los miembros decide quedarse con la casa? Son frecuentes las dudas respecto a qué hacer con la hipoteca tras un divorcio, por eso en este artículo te mostramos cuáles pueden ser algunas de las opciones.
¿Cuáles son las soluciones para resolver una hipoteca tras un divorcio?
En el plano emocional no suele ser un trámite agradable pasar por una separación o un divorcio. Si ocurre con una hipoteca de por medio es habitual que surjan muchas dudas y que el proceso pueda complicarse un poco. Afortunadamente, existen distintas alternativas para resolver una hipoteca tras un divorcio y en principio no tiene por qué haber problemas. A continuación, te planteamos dos situaciones diferentes con algunas ideas de lo que puedes hacer con la hipoteca en caso de separación.
Cuando ninguna de las dos partes desea quedarse con la vivienda tras la separación podemos llevar a cabo:
• La dación en pago. Una buena opción es optar por la dación en pago. La operación consiste en la cancelación de la hipoteca a cambio de entregar el piso al banco, que pasaría a ser de su propiedad. Lo que ocurre es que no todas las entidades se prestan a esa posibilidad. Sin duda es la solución más sencilla, pero tendrías que consultarlo con el banco en el que formalizaste tu contrato hipotecario.
• Vender la vivienda. En la mayoría de los casos, una separación es un quebradero de cabeza lo suficientemente grande como para estar buscando alternativas de cara a resolver la hipoteca. Por eso es habitual intentar vender el inmueble para despejar cualquier problema. Pero, en ese caso, tendrás que valorar algunos contratiempos. Debes tener en cuenta los posibles aspectos negativos. Por un lado, la posibilidad de que la venta se dilate en el tiempo y tengas que seguir pagando la hipoteca. Y, por otro lado, puede darse la situación en la que el precio de la venta sea inferior al de cuando compraste la vivienda
Si una de las partes decide quedarse la casa
• Extinción de condominio. Cuando uno de los cónyuges decide quedarse con la vivienda debe compensar económicamente a la expareja. Consiste en llegar de común acuerdo a la extinción de condominio. Se acuerda que la persona que deja la casa vende su parte, su mitad, a la que conserva el inmueble.
Eso sí, es necesario que ambas partes se informen bien de lo que esto supone a nivel fiscal. Quien transmite la vivienda, el cónyuge que vende su parte, tendrá que pagar IRPF si el valor del piso es superior al de la adquisición. La persona que conserva la vivienda tributará por el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD); entre el 0,5% y el 1,5% del valor del inmueble.
Por último, hay que tener en cuenta que este cambio en la titularidad de la hipoteca debe ser aprobado por la entidad bancaria. Cuando se producen modificaciones en un contrato hipotecario se realiza a través de lo que se denomina novación de hipoteca. Por lo tanto, antes de realizar cualquier movimiento, consulta con tu banco si puedes acogerte a esta posibilidad.
• Sentencia firme. En el caso de divorcio con hijos, los dos cónyuges pueden llegar al acuerdo de seguir pagando la hipoteca de forma conjunta. Y mientras, podrá continuar viviendo en la casa quien tenga la custodia. En este caso, la hipoteca no se modifica y no cambia para el banco, puesto que ambas partes siguen siendo copropietarias.
En caso de separación, ¿qué problemas pueden surgir con la hipoteca?
Continuando con lo que comentábamos en el punto anterior, es normal que la situación se vuelva más compleja cuando hay menores en la relación. La ley es bastante clara en relación con el uso y disfrute de la vivienda en caso de una separación. Sin embargo, respecto al pago de la hipoteca no parece que sea tan evidente.
En principio, el uso de la vivienda familiar corresponde a los hijos menores de edad y a quien tenga concedida su custodia, tal y como figura en el artículo 96 del Código Civil. Esto quiere decir que la persona que no habite en la casa no queda exenta de pagar la cuota hipotecaria. Por otro lado, en caso de existir custodia compartida suele optarse por vender la casa, ya que ninguno tendría derecho absoluto sobre la vivienda.
También puede ocurrir que, mediante una sentencia judicial una de las dos partes se quede con la vivienda en propiedad. Aunque siguen siendo titulares las dos personas. El problema puede surgir si uno de los dos miembros de la pareja no paga las cuotas, porque ambos deberían responder a ese impago.
Para finalizar, otro contratiempo que se da en ocasiones es el hecho de que uno de los propietarios quiere vender y el otro se niega a ello. La venta puede forzarse, pero de nuevo hablamos de una operación en la que ambas partes perderían dinero. Por esto, lo más recomendable es llegar a un acuerdo y, si se complica, contratar los servicios de un mediador.
Como ves, son diversas las alternativas en caso de necesitar resolver una hipoteca tras el divorcio, pero hay bastantes soluciones. También pueden surgir algunos problemas si la pareja tiene descendencia. Por lo tanto, es importante poder conversar y llegar a un acuerdo mutuo. Siempre va a ser la mejor vía para solucionar cualquier problema. Esperamos haberte resuelto las dudas y ¡te animamos a que sigas leyendo nuestro blog Al Día Con EVO!
En principio, el uso de la vivienda familiar corresponde a los hijos menores de edad y a quien tenga concedida su custodia, tal y como figura en el artículo 96 del Código Civil. Esto quiere decir que la persona que no habite en la casa no queda exenta de pagar la cuota hipotecaria. Por otro lado, en caso de existir custodia compartida suele optarse por vender la casa, ya que ninguno tendría derecho absoluto sobre la vivienda.
También puede ocurrir que, mediante una sentencia judicial una de las dos partes se quede con la vivienda en propiedad. Aunque siguen siendo titulares las dos personas. El problema puede surgir si uno de los dos miembros de la pareja no paga las cuotas, porque ambos deberían responder a ese impago.
Para finalizar, otro contratiempo que se da en ocasiones es el hecho de que uno de los propietarios quiere vender y el otro se niega a ello. La venta puede forzarse, pero de nuevo hablamos de una operación en la que ambas partes perderían dinero. Por esto, lo más recomendable es llegar a un acuerdo y, si se complica, contratar los servicios de un mediador.
Como ves, son diversas las alternativas en caso de necesitar resolver una hipoteca tras el divorcio, pero hay bastantes soluciones. También pueden surgir algunos problemas si la pareja tiene descendencia. Por lo tanto, es importante poder conversar y llegar a un acuerdo mutuo. Siempre va a ser la mejor vía para solucionar cualquier problema. Esperamos haberte resuelto las dudas y ¡te animamos a que sigas leyendo nuestro blog Al Día Con EVO!
¡SIMULA YA TU HIPOTECA INTELIGENTE!