La seguridad: eres propietario en todo momento de tus participaciones, por lo que no te verás afectado en caso de quiebra de la gestora o la depositaria.
La liquidez: puedes disponer de tu dinero en cualquier momento, en función del valor liquidativo del fondo del día del reembolso.
La transparencia: recibes información sobre la evolución del fondo, la composición de la cartera, los gastos soportados, etc. Tanto antes como durante el mantenimiento de tu inversión.
La diversificación: reduces el riesgo de la inversión en función de las políticas de inversión de cada compartimento.
Fiscalidad: Los rendimientos obtenidos no tributan hasta que no se produce el reembolso parcial o total de la inversión.