NINGÚN HOMBRE PUEDE CRUZAR EL MISMO RÍO DOS VECES
08/07/2022
En la película “Objetivo: La Casa Blanca” hay una escena en la que van a torturar a la ministra de Defensa para conseguir sus códigos de lanzamiento y, ante su mirada desafiante, el malo le dice: “Hay un dicho en Corea: Ver algo 100 veces no es comparable a vivirlo una vez”.
¡Qué razón tienen los coreanos! Tanto para lo malo como para lo bueno.
Ver a 100 equipos ganar la Champions no es comparable a ganarla tú en el campo como jugador.
Ver 100 fotos de serpientes no es comparable a que te pongan una encima de las piernas.
Ver 100 películas de guerra no es comparable a vivir una en tu país.
En anteriores artículos hemos visto por qué sube la bolsa a largo plazo, cuánto ha subido históricamente y también cuánto ha caído históricamente. Esto nos puede llevar a pensar que ya estamos preparados para todo, pero nada más lejos de la realidad.
¿Por qué conocer la historia no es suficiente para prepararnos para las caídas de los mercados?
Porque ver todos esos gráficos no es comparable a vivirlos en tiempo real. Con los gráficos vemos cómodamente desde el sofá cómo la bolsa bajó en el pasado y tardó años en recuperar su máximo anterior y pensamos: “yo podría aguantar eso. Es más, seguro que habría comprado más en el mínimo”. Pero no, eso no es lo que pasa.
Cuando llegue el momento de comprar, no querremos hacerlo, querremos meternos en un bunker. La razón es que en el sofá nos imaginamos un mundo con noticias positivas y la bolsa a un precio un 30% inferior, pero la realidad es que las noticias siempre son muy negativas cuando la bolsa está abajo, si no, no estaría abajo.
Además, en el sofá, los años del gráfico son segundos: los que tardamos en interpretar el gráfico. En tiempo real, cuando vemos el valor de nuestras inversiones caer un día sí y otro también, es al revés, los segundos son años. Es como una tortura, pero mental.
De hecho, es todavía peor, porque ni haber vivido una caída igual en el pasado nos prepara para la siguiente. La razón la encontramos en una reflexión de Heráclito hace más de 2.400 años: “Ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni será el mismo río ni será el mismo hombre”.
Por un lado, el río que crucemos será distinto. Es decir, la caída será distinta porque será provocada por algo diferente. Quizás no diferente a lo que pasó hace 50 o 100 años, pero sí a lo que hemos vivido nosotros en el pasado.
Por otro lado, porque nosotros no seremos los mismos. Es decir, no es lo mismo vivir una caída superior al 30% en tus inversiones cuando tienes 30 años y 30.000€ invertidos, que cuando tienes 60 años y 1.000.000€ invertidos.
La solución
No estamos pintando muy bien la situación que nos encontramos cuando hay caídas, pero por suerte hay una solución muy sencilla a este problema: No mirar.
El mercado no puede torturarnos con las pérdidas si no sabemos cuánto estamos perdiendo y lo bueno es que no necesitamos saberlo, porque hemos invertido dinero que no necesitamos ni en el corto ni en el medio plazo y las compras las estamos haciendo de forma automática. Esto es una gran ventaja, porque nos permite mirar solo una vez al año y aumentar así las probabilidades de encontrarnos ganancias sin habernos llevado los disgustos intermedios.
Más importante aún, también evitamos caer en la tentación de vender en el peor momento guiados por el pánico, algo fundamental para nuestro éxito como inversores.
En definitiva, si el mercado nos está torturando, la solución es fácil: olvidémonos de él, sigamos con nuestro día a día y recordemos que "esto también pasará".
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