EL SEGUNDO PASO PARA PREPARARNOS PARA LAS CAÍDAS EN LA INVERSIÓN

26/06/2024

 

 

Cuentan los Navy SEALs que cuando buceas hay un primer aviso en el que tu cabeza te dice: “Tienes que coger aire”.

Ese puedes ignorarlo y seguir aguantando hasta que te vuelve a decir: “En serio, que nos ahogamos, coge aire YA”. Ese también puedes ignorarlo, es tu instinto diciéndote que deberías estar respirando y no lo estás haciendo.

Y así hasta que llega un aviso muy parecido al resto, pero al que sí tienes que escuchar, porque si no te desmayarás en pocos segundos y te ahogarás. Salvo que tu compañero te saque de la piscina, claro.

Los SEALs hacen esto porque necesitan conocer sus límites para estar preparados para lo que les espera. Y no conoces realmente tus límites hasta que los sobrepasas.

Por eso, el aspecto psicológico de la inversión es el más difícil de preparar, porque hay que vivirlo. Hacer un cuestionario en el que intentamos entender cómo vamos a reaccionar en una caída de mercado es como adivinar cuánto puedes aguantar la respiración sin hacer la prueba de los SEALs.

 

El valor de la experiencia en la inversión

 

Por un lado, cuantos más años llevemos invirtiendo, más situaciones adversas nos habremos encontrado y más datos tendremos sobre cómo reaccionamos cuando nos dan un puñetazo en la cara.

Por ejemplo, si alguien vendió en el peor momento durante el COVID porque no podía dormir, ya tiene información sobre el nivel de exposición a bolsa que no puede tolerar.

Por otro lado, la experiencia nos ayuda también a darnos cuenta de que los momentos malos se acaban superando. Por eso no está de más apuntar nuestros sentimientos en un diario. Así, cuando vuelvan momentos igual de malos, podremos consultar lo malo que parecía el pasado en tiempo real y cómo, aun así, lo superamos.

Como dice Malcolm Gladwell:

“El coraje no es algo que ya tienes y que te hace valiente cuando llegan los tiempos difíciles. El coraje es lo que ganas cuando has pasado por tiempos difíciles y descubres que no son tan difíciles después de todo.”

 

¿Qué hacemos si no tenemos experiencia previa invirtiendo?

 

Si no tenemos experiencia previa invirtiendo tendremos que fiarnos de cómo creemos que vamos a reaccionar en el peor escenario y planificar según eso.

Esto no es óptimo, pero lo compensaremos por el hecho de que estamos invirtiendo importes pequeños y que el importe que ahorramos cada mes es más importante que el movimiento de lo que tenemos invertido.

Esto nos va a ayudar a superar las caídas, porque, de hecho, dichas caídas nos vendrán bien. Y cuando lo que tengamos invertido sea un importe más significativo ya tendremos más experiencia como para saber cómo nos afectan psicológicamente las caídas.

También nos vendrá bien tener a alguien experto que nos saque de la piscina y nos reanime cuando hayamos sobrepasado nuestro límite. Y eso es lo que intentamos hacer desde Invertips explicando, durante los momentos difíciles, por qué ese no es el momento de vender.

Aun así, que sepamos cuál es nuestro verdadero límite de aguante psicológico no quiere decir que tengamos que ir buscándolo. Por eso, la mejor solución para aguantar psicológicamente las caídas sigue siendo no saber que estamos perdiendo dinero, porque no lo miramos.

 

 

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