SOLO LOS PARANOICOS SOBREVIVEN EN LA INVERSIÓN
23/11/2023
Lo normal es que como sociedad consideremos ser optimista como algo preferible a ser pesimista. De ahí que abunden citas como esta de Winston Churchill:
“El pesimista ve la dificultad en cada oportunidad, el optimista ve la oportunidad en cada dificultad”
No obstante, como hemos visto en nuestros anteriores “¿Sabías que…?” sobre pesimismo y optimismo, aunque el optimismo es mucho mejor opción por defecto, el optimismo ciego es casi tan malo como el pesimismo ciego. De ahí que haya citas tan buenas como esta de William Arthur Ward:
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”
Lo cierto es que ninguna de estas dos tendencias humanas es perfecta y por eso tenemos que combinarlas a la hora de gestionar nuestro ahorro e inversión. Esa combinación se resume perfectamente en la frase:
“Espera lo mejor, prepárate para lo peor”
Optimista, pero realista. La combinación perfecta para el ahorro y la inversión.
¿Cómo ahorramos e invertimos si somos optimistas, pero realistas? Pues como lo estamos haciendo hasta ahora, veamos por qué.
Lo primero es porque tenemos claro nuestro horizonte temporal y qué activos tenemos que elegir según ese horizonte temporal. Está bien ser optimista, pero si tu horizonte temporal es de 1 año, el optimismo de que la economía va a crecer no te va a salvar del hecho de que, a 1 año vista, la bolsa global ha caído en casi un tercio de los casos.
El conocer nuestro horizonte temporal nos va a ayudar a decidir dónde invertir nuestro ahorro, desde una cuenta remunerada/depósito hasta en bolsa, pasando por bonos de gobierno y corporativos.
No obstante, puesto que somos realistas, tenemos expectativas conservadoras sobre la rentabilidad que podemos obtener de nuestras inversiones y ahorramos lo suficiente para no depender de excesos de rentabilidad a la hora de conseguir nuestros objetivos.
Ese realismo también nos ayudará a afrontar las caídas que seguro que vamos a vivir en nuestro camino.
Si somos optimistas ciegos pensaremos que cualquier caída en bolsa terminará rápido y nos pasará como a los prisioneros de guerra de nuestro anterior artículo, que la acumulación de decepciones por el paso de meses sin que terminen las caídas nos llevará a vender, generalmente en el peor momento.
A nosotros no nos va a pasar eso, porque nuestra dosis de pesimismo nos aporta realismo para saber que no tenemos que intentar averiguar cuándo van a acabar las caídas ni su dureza. Sabemos que va a ser duro, pero también que al final todo va a salir bien.
También es esa pequeña dosis de pesimismo la que nos va a hacer diversificar e invertir en bolsa solo el dinero que no necesitemos a largo plazo. El motivo es que lo más importante para beneficiarse del largo plazo es sobrevivir al corto plazo y, como decía el director general de Intel, “Solo los paranoicos sobreviven”.
¿Cómo podemos gestionar nuestros sesgos pesimistas u optimistas en la inversión?
Hay gente que es más pesimista u optimista por naturaleza y gestionar esos sesgos es fundamental a la hora de invertir. Para ello, lo primero es conocernos a nosotros mismos, sabiendo si tenemos una naturaleza optimista o una naturaleza pesimista.
También es importante que sepamos si somos como el Señor Mercado y alternamos entre momentos de mucho optimismo y momentos de mucho pesimismo. O si somos ecuánimes, como el granjero de la parábola.
Seamos como seamos, siempre es bueno tener un sistema como el nuestro, en el que tomamos decisiones por adelantado, que es cuando estamos en mejores condiciones para tomarlas. Esto es lo que hizo Ulises antes de enfrentarse a los cantos de sirena.
El problema es que ningún sistema es inmune a nuestros sentimientos, porque siempre podremos cambiarlo. Por eso tenemos que reflexionar sobre cómo nos sentimos en cada momento y hacer un esfuerzo para leer cosas que vayan a acercarnos a un punto neutro.
Es decir, si nos sentimos muy pesimistas con nuestras inversiones y tenemos ganas de venderlo todo, tendremos que leer artículos con una visión optimista. Si nos sentimos muy optimistas y tenemos ganas de ignorar la norma del horizonte temporal e invertir todo en activos de riesgo, tendremos que leer artículos con una visión pesimista.
Como dijimos en junio de 2019, esto es lo que intentamos hacer en Invertips. Cuando abunda el optimismo en los mercados, como pasó con la especulación en 2021, intentamos ver el vaso medio vacío. Cuando abunda el pesimismo en los mercados, como pasó en marzo de 2020, intentamos ver el vaso medio lleno.
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