EL EFECTO CONTRASTE NOS HACE EVALUAR EL DINERO EN RELATIVO
28/10/2024
“Me lavaba con un cubo de agua negra,
porque con ese agua se habían lavado antes mis padres y mi hermano mayor,
pero nunca me sentí pobre, porque los de alrededor estaban igual.”
Así es como recuerda Arnold Schwarzenegger su infancia.
La razón es que nuestros sentidos no evalúan las cosas en términos absolutos, como puede hacer un termómetro, sino que las evalúan por comparación, contrastando una frente a otra. Es decir, para el cuerpo humano las cosas no están a 38º C, sino más o menos calientes que otra cosa.
Por eso, si metemos una mano en agua con hielo y otra en agua muy caliente y luego metemos las dos en un cubo con agua del tiempo, una mano nos hará sentir que el agua está fría y la otra caliente, aunque un termómetro nos dirá que el agua del cubo está a temperatura ambiente.
Por eso, sacar un 8 en un examen nos parecerá mucho mejor si todos los demás han sacado un 5, que si todos los demás han sacado un 10.
Por eso, si le das un caramelo a un niño y dos a su hermano, el primero estará indignado. Sí, tiene un caramelo más que antes, pero eso da igual, su hermano tiene dos.
Por eso, mientras lees estas líneas hay miles de cocinas en las que un niño le está diciendo a su madre: “Pero mamá, todos los demás tienen móvil”; y todos sabemos lo que le contestará su madre: “¿Si todos los demás se tiran de un puente, tu saltas también?”.
Evaluar todo comparándolo con lo que tenemos cerca es muy útil para tener que pensar menos y actuar rápido. No obstante, que nuestra cabeza funcione siempre así genera muchos problemas.
¿Cómo afecta el efecto contraste a nuestra forma de gastar dinero?
El hecho de que evaluemos todo contrastándolo con otra cosa es lo que hace que podamos pagar miles de euros por extras del coche, cuando nunca lo haríamos de forma aislada. ¿El motivo? Que pagar 2.000 € por unos altavoces para el coche no parece tanto al lado de los 50.000 € que nos va a costar el coche.
Los comerciales lo saben y por eso un agente inmobiliario sin escrúpulos podría enseñarte primero casas en mal estado y muy caras, para después enseñarte una también cara, pero que parecerá hasta barata al lado de las otras.
No hay una solución fácil a este “cortocircuito” de nuestras mentes, pero sí podemos intentar usar el efecto contraste para ahorrar e invertir más.
¿Cómo podemos utilizar el efecto contraste para ahorrar e invertir?
El contraste es lo que hace que parezca que la vida pasa más rápido conforme nos hacemos mayores. Un año son 365 días, pero con 4 años es un 25 % de tu vida y con 40 años es un 2,5 % de tu vida 1.
Este efecto contraste es algo que podemos usar a nuestro favor. Por ejemplo, si ahorrar 3.600 € al año nos parece mucho esfuerzo, pensemos que son 300 € al mes. Por el contrario, si ahorrar 300 € al mes e invertirlos nos parece que no va a ningún lado, pensemos lo que puede pasar con el paso de décadas.
Ver todo en términos relativos en vez de absolutos provoca sesgos psicológicos tan relevantes que vamos a dedicar los próximos Invertips a explorar algunos de ellos.
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