CUANDO TENGA 64 AÑOS (WHEN I'M SIXTY-FOUR, THE BEATLES)
When I get older losing my hair / Cuando me haga viejo y pierda mi pelo
Many years from now / Dentro de muchos años
…
Will you still need me, will you still feed me / ¿Todavía me necesitarás, todavía me alimentarás
When I'm sixty-four / Cuando tenga 64 años?
When I’m sixty-four, The Beatles (1967)
Hace ya más de 50 años Paul McCartney se preguntaba si su pareja todavía le querría cuando tuviera 64 años y tuviera menos pelo. Esta es una pregunta más legítima de lo que parece porque es muy fácil pensar que las cosas seguirán igual que ahora o mejorarán en el futuro y es muy difícil imaginarnos como será nuestra vida en la jubilación.
De hecho, los investigadores creen haber demostrado que, para cualquiera de nosotros, nuestro yo futuro es como si fuera un extraño cualquiera, es decir, no tenemos capacidad de empatizar con él.
Es por eso por lo que cuando estamos terminando un capítulo de nuestra serie favorita en Netflix a las 12 de la noche decidimos ver otro pese a que tengamos que madrugar para trabajar al día siguiente.
El placer que nos produce el ver otro capítulo lo percibimos nosotros en el momento, mientras que las consecuencias de nuestros actos las pagará un extraño, nuestro yo futuro, cuando se levante después de dormir menos de lo necesario.
Al despertar, nuestro yo futuro se convertirá en nuestro yo presente, que no entenderá porqué fue tan inconsciente como para ver otro capítulo a costa de sentirse tan cansado por la mañana.
Hay muchos más ejemplos de nuestro yo presente firmando cheques que parecen gratuitos porque los tendrá que pagar nuestro yo futuro. Que tire la primera piedra el que no haya rechazado una reunión para dentro de un día, pero aceptado gratamente la misma reunión para dentro de un mes. Seguramente si el que controlara el calendario fuera nuestro yo futuro estas cosas no pasarían.
Es por esto por lo que es fundamental que visualicemos y empaticemos con nuestro yo futuro, porque las decisiones que tomemos hoy nos afectarán en el futuro y los estudios han demostrado que somos muy imprecisos calculando las consecuencias de nuestros actos.
En nuestra opinión, esta es la razón por la que según una reciente encuesta sobre la jubilación el 81% de los españoles considera que es muy importante ahorrar para la jubilación, pero luego realmente solo el 28% lo hace[1].
Seguramente si le preguntáramos a esa gente, nos diría que no tienen capacidad de ahorro, que viven al límite, pero es posible que realmente la fuente del problema en muchos casos sea lo difícil que nos resulta a todos empatizar con nuestro yo jubilado.
Quizás sea por eso por lo que tienen tanto éxito las campañas bancarias de contribuciones a los planes de pensiones a cambio de regalos, o por lo que dichas contribuciones tienen ventajas fiscales que se disfrutan en el presente. Ambos casos mitigan el problema dando valor también a nuestro yo presente.
Por lo tanto, la próxima vez que vayas a comprarte algo que quieres, pregúntate si de verdad lo necesitas e intenta imaginarte, como hizo hace ya más de 50 años el gran Paul McCartney, a ti mismo dentro de 10, 20 o 40 años,
¿te alegrarás entonces de haberte comprado algo mejor de lo que necesitabas?,
¿o habrías preferido haber ahorrado 10.000€ más y poder disfrutar de una mejor jubilación?
Y, la próxima vez que estés en la cama terminando un capítulo y se te haga tarde, no le des al botón de siguiente sin antes pensar en cómo te sentirás por la mañana por haber dormido menos de lo que necesitabas. Quien sabe, puede que ese mero acto te haga empatizar más con tu yo futuro y que eso te ayude en tu ahorro.
[1] Las pensiones y los hábitos de ahorro en España (Noviembre 2017)
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