EL ESTADO PERFECTO PARA AHORRAR Y CRECER

La cetrería consiste en el uso de aves como el halcón para cazar. El problema es que el entrenamiento y alimentación que tienes que darle al halcón no son sencillos. Si alimentas mucho a tu halcón, no querrá cazar. Si lo alimentas poco, estará demasiado débil como para cazar bien.

Los expertos cuentan que el secreto es alimentarlo lo suficiente como para que esté fuerte y alerta, pero siga teniendo hambre. En ese estado, el halcón es una máquina de caza decidida y eficiente. Los aficionados al ayuno intermitente verán similitudes.

¿Qué tienen que ver los halcones con el ahorro?

Lo que hace el entrenador con su halcón es lo mismo que nos aplicamos nosotros cuando ahorramos automáticamente, retirando una parte de nuestro sueldo nada más recibirlo. Estamos obligándonos a gastar menos de lo que podríamos.

Es más, en los casos más extremos y alabables, si elegimos un porcentaje muy elevado de nuestro sueldo, estaremos obligándonos a eliminar muchos gastos que ya teníamos. En estos casos, igual que el halcón, estaremos enfocados en la caza, pero en este caso la caza de gastos innecesarios.

Este método transforma la clásica ecuación del ahorro. Todo el mundo piensa que tus ingresos menos tus gastos es lo que ahorras, pero no debería ser así.

¿Cómo debería ser la ecuación del ahorro?

La ecuación correcta es: lo que ingresas, menos lo que ahorras, es lo que puedes gastar. Es curioso, la ecuación que todo el mundo tiene en la cabeza parece que tiene sentido, pero cuando ves esta, tiene más sentido todavía.

Con esta ecuación, el ahorro provoca un hambre en nosotros que nos obliga a ser creativos, ya sea con la generación de nuevos ingresos o con la eliminación de gastos. En este estado, muchos gastos que parecían necesarios parecerán superfluos.

Por el contrario, con la ecuación tradicional, la creatividad la usamos para inventar nuevos gastos hasta que cuadramos la ecuación para no ahorrar nada. De esto vive la gente que vende cacharros por la tele o internet. Bueno, ellos y los que alquilan almacenes donde esos cacharros acumulan polvo una vez comprados.

Por lo tanto, aumentemos nuestra creatividad productiva subiendo el importe que ahorramos de manera automática cada mes. Esto, no solo nos permitirá construir nuestro patrimonio, también nos permitirá conseguir cosas que nunca habríamos imaginado, porque estaremos alerta y con hambre, el estado perfecto para ahorrar y crecer[1].

[1] Esto aplica a otros ámbitos también. Por ejemplo, cuando tenemos un examen dentro de un mes nos cuesta estudiar, porque tenemos muchísimo tiempo. Somos como el halcón cuando está bien alimentado, tenemos más de lo que necesitamos. En cambio, cuando el examen es en dos días, estudiamos con una decisión que da miedo, porque lo que antes era opcional ahora es obligatorio para sobrevivir.

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