¿POR QUÉ NOS JUBILAMOS A LOS 65 AÑOS?

Hay números que tienen asociado un concepto, si nos dicen 13 pensaremos en mala suerte y si nos dicen 65 pensaremos en jubilación.

 

Aunque poco a poco está cambiando, la edad de jubilación de casi todos los países europeos y americanos siempre ha estado unida al número 65, pero…

 

¿cuál es su origen?

 

Puede parecer una pregunta prácticamente anecdótica, cuya respuesta solo será útil para parecer culto en las cenas de navidad, pero lo cierto es que entender esto nos ayudará a entender la importancia de invertir a largo plazo para prepararnos para esos años y no confiar ciegamente en la pensión pública.

 

El origen de la edad de jubilación lo encontramos en la Alemania de Bismarck de finales del siglo XIX. Hasta entonces lo normal era trabajar hasta fallecer, pero eso cambió con Bismarck.

 

Hay varias historias sobre porqué Bismarck creo la jubilación, la más extendida dice que Bismarck quería parar el ascenso político de los socialdemócratas con una medida claramente enfocada en el pueblo.

 

No obstante, a nosotros la historia que más nos convence es la que cuenta que Bismarck quería unificar los estados alemanes en un solo país y crear una red de telégrafo y ferrocarril única que trajera beneficios económicos y bélicos.

 

Para construir todo eso tuvo que convencer a todos los trabajadores del campo de que dejaran de trabajar en sus tierras y trabajaran para el ferrocarril, y para conseguirlo lo único que pudo hacer fue ofrecerles trabajo garantizado de por vida.

Con el tiempo, cuando los trabajadores se fueron haciendo mayores les pusieron a cargo de los cambios de vías porque era el único trabajo que podían hacer, pero por su edad se quedaban dormidos y empezaron a provocar accidentes.

 

Como hacían más daño trabajando que no trabajando, pero se les había prometido trabajo de por vida, se les empezó a pagar por no trabajar y así surgió la jubilación. La edad se puso originalmente en los 70 años para minimizar el coste, pero entrado ya el siglo XX se bajó a los 65 años para reducir más aún el número de accidentes.

 

Independientemente de cuál fuera la razón real, lo importante es que la primera edad de jubilación se decidió hace más de 100 años y posteriormente el resto de países simplemente miraron lo que se hacía en otros sitios y lo implementaron.

 

La clave que hay que entender es que a finales del siglo XIX la esperanza de vida en Alemania era de 45 años y en España de 35 años; entre 1970 y 1980, cuando se crea la Seguridad Social española, era de unos 75 años; y hoy en día está por encima de los 80 años y subiendo. [1]

 

Es evidente que no es lo mismo prometerle pensión a la gente a partir de los 65 años, cuando esperas que casi ninguno llegue a esa edad, que prometérselo cuando casi todos van a superarla.

 

La cuestión no es decir que las promesas que nos han hecho los gobiernos se vayan o no a cumplir, sino entender que ahora es más difícil que se cumplan que hace 100 años[2].

 

Por lo tanto, si queremos poder jubilarnos a los 65 años, es mejor que seamos precavidos y empecemos YA a invertir por nuestra cuenta, por si acaso.

 

Para ello, es fundamental que empaticemos con nuestro yo futuro y nos visualicemos con 64 años. De hecho, si lo hacemos bien, es posible que no solo podamos jubilarnos, sino que hasta podamos tener otro sueldo.

 

[1] La esperanza de vida es una media, por lo que hay gente que vive mucho menos o mucho más que eso. De hecho, buena parte del aumento de la esperanza de vida de principio del siglo XX es por reducir la mortalidad infantil, no porque todos los adultos se mueran a los 80 años en vez de a los 40 años.

[2] Esto se puede materializar de muchas formas, pero las más normales serán un aumento de la edad de jubilación y una disminución del poder adquisitivo de las pensiones.

 

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