LA OTRA CARA DE LA MONEDA
10/01/2019
Ya dijimos hace un mes que no íbamos a echar de menos el 2018 y vaya si era cierto, diciembre tenía escondida mucha más volatilidad y sorpresas para los mercados de lo que podíamos imaginar.
El 2018 ha sido un año muy turbulento y muy complicado para los mercados. Pero no ha sido complicado porque las bolsas hayan caído al menos un 20% desde máximos en prácticamente todas las regiones, ya que una caída superior al 10% es algo que ocurre mucho más a menudo de lo que la gente cree.
Ha sido un año complicado porque prácticamente no ha habido ningún lugar ni activo en el que refugiarse. Hay análisis que indican que más del 90% de los activos en los que se podría haber invertido han tenido rentabilidad negativa, desde materias primas a renta variable pasando por renta fija, vamos, que no se ha salvado casi nada.
Pese a esto, poca gente prevé una recesión en 2019.
¿Porque bajan las bolsas?
Parece que el detonante de todas estas turbulencias es que los bancos centrales están dejando de regalar el dinero. Dicho de otra forma, los mercados han vivido con medicación durante mucho tiempo y la retirada de la misma puede estar provocando estos efectos secundarios.
Es verdad que se suele decir que el mejor indicador del estado de la economía es el comportamiento de la bolsa, pero también se suele decir que la bolsa ha anticipado 10 de las últimas 3 recesiones. ¿Cómo se explica esto? Pues fácilmente, porque la Bolsa ha caído como si hubiera una recesión 10 veces por cada 3 recesiones reales que ha habido. Y… ¿es ésta caída una de esas 3 ocasiones? Nadie puede saberlo, solo el tiempo lo dirá.
Hasta aquí, hemos visto una cara de la moneda, la cara fea, la de la incertidumbre y la volatilidad, que además es de esperar que continúen en 2019.
Pero hay que ser optimistas y ver la otra cara de la moneda, la cara bonita. Porque con los precios bajando, mejoran las valoraciones y eso suele ser bueno para las rentabilidades futuras. Porque si somos ahorradores y vamos invirtiendo de manera periódica, por ejemplo, un poco todos los meses, una caída de mercado hará que los precios a los que realizamos las nuevas compras/inversiones sean más bajos, y eso solo se puede ver como algo positivo. ¡La cara bonita de la moneda!
¡Esperemos que el 2019 sea más alegre!
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