NI LAS GRACIAS

Tras el susto de mayo, las bolsas han recuperado terreno en el último mes con subidas cercanas al +5% en casi todos los casos. Con estas últimas subidas la mayoría de las bolsas mundiales suben más de un +15% en el año.

 

A este cambio de sentimiento ha ayudado que Trump y China hayan retomado las negociaciones tras acordar el primero rebajar las sanciones a Huawei y el segundo comprar más cosechas de EEUU para que Trump gane algún voto en las elecciones del año que viene.

 

Los mercados se han tomado ese acercamiento de manera positiva, pero hay que recordar que ha sido solo eso, un acercamiento. Todavía les queda mucho camino por recorrer y cómo de rápido lo van a recorrer no lo saben ni ellos. No sabemos cuándo, pero seguramente todavía nos espera algún sustillo que otro.

 

No obstante, el principal causante de la subida ha sido el cambio de mensaje de los bancos centrales. Tras las últimas reuniones de junio ha quedado claro que tanto el banco central americano como el europeo están más cerca de darle más gas a los mercados que de pisar el freno[1]. La razón es que ven que el crecimiento sigue sin repuntar y que tampoco lo está haciendo la inflación, que es lo que les podría hacer frenar.

 

Esto supone que los tipos de interés van a seguir a niveles bajos en EEUU y en mínimos históricos en Europa, ¿y eso que quiere decir? Pues entre otras cosas que si tienes una hipoteca a tipo variable estás de enhorabuena, como también están de enhorabuena los mercados, porque la gente sigue pudiendo pedir prestado barato para comprar empresas.

 

Lamentablemente siempre hay un perjudicado y en este caso es el dinero en la cuenta que está sin invertir. Ya casi se nos han olvidado esos tiempos en los que los bancos se pegaban por pagarte el 3% o el 4% por un depósito, e incluso por regalarte unas cacerolas, pues al ritmo al que vamos más que se nos van a olvidar. La razón es la misma: si cuesta poco pedir prestado, te dan poco si prestas.

 

De hecho, tenemos que dar gracias porque el dinero que tenemos en la cuenta no nos de nada de rentabilidad. Si en vez de tenerlo en el banco decidiéramos prestárselo al gobierno alemán, nuestros colegas germanos nos cobrarían por ello.

Espera, ¿Cómo?

 

Como oyes, si le prestas 1.000 euros a Alemania dentro de un año te hará el favor de devolverte menos de 993 euros y no te dará ni las gracias.

 

Al fin y al cabo, eso es lo que buscan los bancos centrales, que gastemos o aumentemos el riesgo al que invertimos nuestro dinero porque la alternativa es regalarle dinero a Alemania y eso para muchos no es una alternativa.

 

 

[1] En el siguiente Invertips explicaremos como los bancos centrales están jugando al Monopoly.

 

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