LA RIQUEZA ES INVISIBLE
23/04/2021
Todos hemos visto alguna vez pasar a alguien en un cochazo y hemos pensado: "vaya, este debe estar forrado."
Pero ¿es eso cierto? Al fin y al cabo, lo único que sabemos es que antes tenía dinero y ahora tiene un cochazo. Sí, puede que le sobre el dinero, pero también puede que se haya endeudado de la cabeza a los pies y esté a punto de quedarse en bancarrota.
Como dijo el asesor de Rihanna cuando esta le denuncio por haberse arruinado: “¿De verdad tenía que decirle que si te gastas el dinero en cosas, acabas con las cosas y sin el dinero?”.
Y es que en el fondo hay gente que no quiere ser millonaria, sino gastarse un millón de euros. Para ser millonario hay que tener un millón de euros, ¡y no gastárselo! Y si no, que se lo pregunten a los que se arruinan después de que les toque la lotería.
Esta reflexión es importante porque demuestra que lo que podemos ver de otras personas es el dinero que se han gastado, no su situación financiera. Eso hace que desde fuera los que más gastan parezca que son los que más tienen, pero eso no tiene por qué ser así.
Hay gente ahorrando y viviendo por debajo de sus posibilidades con fortunas mayores, lo que pasa es que es imposible verlos, porque por definición lo hacen en la sombra. En ese sentido su riqueza es invisible, pero existe; y si no, que le pregunten a Ronald Read.
¿Quién es Ronald Read?
Ronald Read trabajó durante 25 años como dependiente de gasolinera y otros 17 como conserje de unos grandes almacenes. Su momento de fama llegó tras su muerte en 2014, cuando se descubrió que había donado 6 millones de dólares a dos instituciones de su pueblo[1]. A los que más sorprendió esto fue a los que le conocían, dado que ninguno sospechaba que Ronald tuviera más dinero que ellos.
Resulta que el señor Read, pese a sus modestos empleos, había estado viviendo por debajo de sus posibilidades toda su vida e invirtiendo sus ahorros en grandes compañías. Si a esa disciplina le unes el beneficio del interés compuesto de sus inversiones a lo largo de más de 60 años y algo de suerte, el resultado no es tan sorprendente.[2]
Al igual que le pasaba a Ronald, solo cada uno de los que seguimos nuestro proceso de ahorro e inversión automatizado sabemos lo que tenemos invertido. Esa cifra lo que demuestra no es el coche que nos hemos comprado, sino todos los coches que no nos hemos comprado aun pudiendo.
Por lo tanto, la próxima vez que veamos a alguien haciendo gala de su último gran gasto, no olvidemos que eso es solo una parte de la historia y que nosotros estamos jugando a otro juego, un juego cuya marcador es invisible para el resto.
[1] Read se quedó viudo con 50 años y les dejó más de 1 millón de dólares a sus hijastros.
¿AÚN NO ESTÁS SUSCRITO A INVERTIPS?
No te pierdas nada de nuestra newsletter sobre actualidad, lecciones y curiosidades de inversión. ¡No tienes que ser cliente de EVO!