LOS VENDE MOTOS
12/09/2022
Hace un mes me encontré a un colega del colegio que me dijo:
“Tengo un caballo que es una maravilla, me limpia la casa, me trae el periódico, me hace la cama, una gozada. Si quieres te lo vendo.”
Total que se lo compré, pero cual fue mi sorpresa cuando veo que no hace ninguna de esas cosas. Solo come y caga, come y caga. Y, encima, cojea.
Así que fui a quejarme a mi colega, diciéndole que su caballo no solo no hacía lo que él decía, sino que a veces cojeaba.
¿Sabéis lo que me contestó el muy sinvergüenza?
“Tú sigue hablando así de tu caballo y ya verás como no lo vendes en la vida.”
Desesperado, decido ir al veterinario para que le arregle la cojera a ver si puedo venderlo y recuperar una parte del dinero. Le digo: “Doctor, mi caballo a veces anda bien y a veces cojea, ¿me puede ayudar?” Y el veterinario me dice: “Sí, claro, cuando esté andando bien, véndelo.”
Esta jocosa historia explica muy bien por qué las salidas a bolsa son inversiones arriesgadas.
¿Por qué son inversiones arriesgadas las salidas a bolsa o OPVs[1]?
La razón es que, al igual que con el caballo, la persona que está sacando la empresa a bolsa y nos vende las acciones, no solo sabe más de ella que nosotros y nos cuenta la historia de forma bonita (“habla bien de su caballo”), sino que además elige el momento exacto en el que nos la va a vender (“vende el caballo cuando no cojea”).
Así, para conseguir el mejor precio, los vendedores concentran las salidas a bolsa en los momentos de más especulación, como el año 2021 o el año 1999. El fervor de estos momentos hace que al principio todas suban, pero con el paso del tiempo queda claro que había mucho caballo que cojeaba y mucha historia demasiado bonita.
Pero… ¿Y Google, Amazon y otras salidas a bolsa en donde se ha ganado mucho dinero?
Son la excepción a la regla[2]. Evidentemente las mejores empresas salieron a bolsa en algún momento. Sin embargo, en los momentos de especulación, por cada Amazon que sale a bolsa tenemos 10 Pets.com, que es una empresa que se creó en noviembre de 1998, salió a bolsa en febrero de 2000 y quebró solo 8 meses más tarde. Por eso hay que tener tanto cuidado con las salidas a bolsa.
Esto les funciona a los vendedores por el deseo que tenemos todos de hacernos ricos rápidamente. De hecho, la razón por la que podéis estar seguros de que en Invertips no somos vende motos es porque hablamos de resultados tras décadas de paciencia y constancia. Nada de “me lo quitan de las manos” o “y si compra ahora…”.
En general, lo mejor para nuestros lectores será invertir en fondos de inversión[3]. No obstante, aquellos que prefieran invertir en acciones individuales ya están avisados de los peligros de invertir en salidas a bolsa, especialmente en los momentos en los que está habiendo muchas.
Como con el caballo que nos vendió nuestro colega, todas parecerán muy bonitas antes de la compra y será solo con el paso del tiempo que nos daremos cuenta de que no es oro todo lo que reluce.
[3] Ya sean fondos o ETFs de gestión activa o pasiva.
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