EN INVERSIÓN, COPIAR PUEDE SER PELIGROSO
01/10/2024
“Señor Planck, he escuchado su charla de mecánica cuántica tantas veces que ya aburre, ¿por qué no le damos un poco de emoción y en la próxima conferencia doy yo la charla?”
Total, que el chófer que llevaba a Max Planck de gira por Alemania tras ganar el premio Nobel en 1918 salió al escenario en Múnich y bordó la charla, mientras que Max Planck presenciaba todo en primera fila vestido de chófer.
Y entonces llegó el turno de preguntas…
“¿Cómo explica…?”
“Me sorprende que un profesor de una ciudad tan avanzada como Múnich haga una pregunta tan simple. Voy a dejar que mi chófer la conteste.”
No está claro si esta divertida historia es cierta o no, pero esta otra sí que es verdad.
Durante la Segunda Guerra Mundial, muchas islas del Pacífico vieron como aviones con suministros aterrizaban por arte de magia. Terminada la guerra, los aviones y sus abundantes suministros desaparecieron, pero los indígenas querían que volvieran a aparecer.
¿Solución? Hicieron lo mismo que hacían los “magos”. Fabricaron pistas de aterrizaje, torres de control y auriculares de madera. Imitaron todos los movimientos que habían visto. Y, aun así, los aviones y sus suministros no aparecieron. Los antropólogos denominaron este fenómeno “el Culto del Cargo”.
Ambas historias son ejemplos de alguien copiando algo que ha visto, sin entender por qué es así.
¿Qué nos pueden enseñar el Culto del Cargo y el chófer de Planck sobre la inversión?
Que debemos tener mucho cuidado copiando a otros inversores si no sabemos las razones por las que hacen lo que hacen.
El caso más claro es comprar lo mismo que compran los inversores famosos, sin saber por qué lo han hecho.
Lo que empieza como un recital exitoso de una charla memorizada, rápidamente desemboca en preguntas para las que no tenemos respuesta. Por ejemplo, cuando caiga la acción, no sabremos qué hacer y Max Planck no estará vestido de chófer para salvarnos.
Preguntas como: ¿estará el gran inversor comprando más? Son similares a: ¿por qué no están aterrizando esos bichos que nos traían cosas si estamos haciendo todo bien? Porque, al fin y al cabo, es lo que acaba preguntándose cualquiera que copia sin saber.
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